…consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. en esto pensar.
Si es que no ha ocurrido ya, usted se encontrará luchando con pensamientos e ideas erróneas. Yo lo sé. Aunque llevo mucho años con Cristo en mi vida, todavía hay momentos en los que me encuentro luchando con actitudes como el egoísmo, el orgullo y la falta de confianza.
Cuán bendecidos somos de que Jesucristo nos ayude a cambiar nuestros pensamientos. Eso no significa que sea fácil, pero es posible. El apóstol Pablo describe el proceso de cambio de esta manera: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.” (Romanos 12:2).
El Señor no quiere que usted deje la mente a un lado cuando acuda a Él. Todo lo contrario. Él creó su mente y quiere que sea completamente productiva, pero de la manera correcta. Él desea que esté renovada. No deje de pensar, sino empiece a pensar y a ver las cosas desde la perspectiva de Dios.
Una buena manera de empezar es meditar en las Escrituras. Tome los versículos mencionados hasta ahora en estos estudios y reflexione en ellos; incluso los puede memorizar. La memorización de las Escrituras es tal vez la forma más poderosa de disciplinar y renovar su mente. ¿Por qué no empezar ahora mismo? El versículo clave de hoy (Filipenses 4:8) es un pasaje fabuloso para la renovación de la mente. Repítalo a menudo, haga de él su compañero durante este día.
¿Lee usted su Biblia diariamente para "limpiar su mente con la Palabra de Dios"? ¿Quiere ayuda para aprender a leer su Biblia?