Si pudiera señalar la enseñanza principal que desearía que usted recordara de este estudio sería esta: manténgase íntimamente conectado a Jesús. (El término bíblico es "permanecer".) Permanezca en Él. Aunque esta área para mí es una lucha, y tengo el hábito de “hacer las cosas a mi manera,” mi objetivo en la vida es acercarme a Jesús lo más que pueda.

Permanecer es más que adquirir conocimientos. Podemos conocer los fundamentos de nuestra fe y aún así no conocer a Jesús. Permanecer es más que hacer buenas obras. Nuestra más alta prioridad es tener una relación íntima con Jesús. Luego seguirán las buenas obras.

Jesús usó una metáfora poderosa para describir la relación que Él desea tener con nosotros: “Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5).

Esta es la realidad: Nosotros, las “ramas”, dependemos totalmente de Jesús, la “vid”, que nos sostiene, nos da energía y nos hace productivos. Permanecer se aplica a todos los aspectos de la vida; incluyendo nuestros pensamientos, nuestras finanzas y nuestras relaciones. Permanecemos cuando confiamos completamente en Jesús, hablamos con Él como un amigo y disfrutamos de Su presencia; morando en la seguridad de Su amor, cuidado y protección.

Tenga cuidado de no caer en la trampa de tener que hacer algo primero para poder “permanecer”. Permanecer es presente, no futuro. Mantenerse cerca de Jesús debe ser su objetivo número uno. ¡Permanezca en Él!

Día 16: Disfrutar al Señor