No dejemos de congregarnos…
Además de cultivar una estrecha relación con el Señor, haga el reunirse con otros cristianos una prioridad continua.
Los grupos de creyentes, o “iglesias”, vienen en muchas formas. Hay desde pequeños grupos que se reúnen en secreto en lugares dónde estas prácticas están prohibidas, hasta las “mega iglesias” con decenas de miles de cristianos. Las iglesias vitales que son sanas, vibrantes y estratégicas son fundamentales para los propósitos de Dios para este tiempo.
Busque una iglesia que refleje los patrones y las prácticas de las primeras congregaciones del Nuevo Testamento descritas en Hechos 2:42. Su rápido crecimiento e increíble impacto fueron impulsados por cuatro componentes:
- La enseñanza les mantenía arraigados en la “sana doctrina.”
- El compañerismo fomentaba la amistad, la adoración, el animarse mutuamente y el valor.
- El compartir el pan implicaba comer juntos en los hogares de los cristianos.
- La oración reflejaba su dependencia en Dios para darle sabiduría, guía y fortaleza.
¿Cuál es su próximo paso para tener compañerismo con otros cristianos? Puede pedirle a Dios que lo conecte con individuos y grupos de Su elección. El tamaño no es importante, pero la sana doctrina y la enseñanza sí lo son.
Esté abierto a lo poco convencional. Por muchos años, nuestra familia se reunía con varias otras familias en las casas. A nuestros hijos les encantaban estas reuniones que estaban estructuradas en base al enfoque de la iglesia primitiva que mencionamos anteriormente. Hoy en día, por todo el mundo, se están formando muchas iglesias nuevas para cubrir la amplia gama de necesidades de nuevos creyentes y aquellos que están madurando en su fe. Una de ellas puede ser la correcta para usted.
Las personas que caminan con Dios y las que están alejadas de Dios observan su vida. ¿Qué es lo que ven? ¿Cómo está usted reflejando a Jesús?