Cada uno de nosotros sabe lo que es pecar.
Cuando dices una mentira, guardas rencor, engañas, matas o robas, estás pecando. Hay otros pecados que son más sutiles, como el orgullo, la avaricia o la arrogancia. Jesucristo es el único hombre que no pecó.
"En el pasado Dios habló a nuestros antepasados a través de los profetas en muchas ocasiones y de diversas maneras, pero en estos últimos días nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien designó heredero de todas las cosas, y por medio de quien hizo el universo. El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios y la representación exacta de Su ser, sustentando todas las cosas con Su poderosa palabra. Después de haber provisto la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en el cielo. se volvió tan superior a los ángeles como el nombre que heredó es superior al de ellos.
"Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios alguna vez: 'Tú eres mi hijo; hoy me he convertido en tu padre?' O de nuevo: "Seré su padre y él será mi hijo".
"Y nuevamente, cuando Dios trae a Su primogénito al mundo, Él dice: 'Que todos los ángeles de Dios lo adoren'. Al hablar de los ángeles, Él dice: "Hace que sus ángeles sean vientos, sus siervos llamas de fuego".
"Pero sobre el Hijo dice: 'Tu trono, oh Dios, durará eternamente y para siempre, y la justicia será el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por lo tanto, Dios, tu Dios, ha establecido sobre tus compañeros ungiéndote con el aceite de la alegría. "" ( Hebreos 1: 1-13 )
Nunca Jesús pecó.
Fue tentado, porque era humano; pero venció al pecado porque era Dios. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes harían sacrificios por los pecados. Jesús es el sumo sacerdote supremo. "Dado que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos, Jesús el Hijo de Dios, mantengamos firmemente la fe que profesamos. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda simpatizar con nuestra debilidad, pero nosotros tener uno que haya sido tentado en todos los sentidos, tal como lo somos nosotros, pero sin pecado ". ( Hebreos 4: 14-5: 6 )
Ha habido muchos hombres buenos en este mundo;
pero todos han pecado, con una excepción: Jesucristo. Él personalmente no tenía pecado. Sus enemigos no podían acusarlo de pecado; nadie pudo encontrar nada de lo que había hecho mal. Él solo, como el incomparable Hijo de Dios, ha vivido como un ser humano, y como Dios, sin pecado en esta tierra.
¿Alguna vez pensaste que eras una buena persona? Has aprendido ahora que esto no es cierto. ¿O has pensado que eras tan malo que no podrías ser perdonado? ¡Hay esperanza para todos! Ya sea que pensaras que eras bueno o malo, Jesús murió por ti para que pudieras ser considerado santo.
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